Oda a la sin nombre – Skay Beilinson

Escuché un millón de voces en
esta tierra.
Oí tu silencio al partir,
escuché un susurro que me decía
«ella baila siempre detrás»
Me crucé con un niño y perros salvajes.
Vi una luz espectral.
Andaba un ángel delante mío
«y ella baila siempre detrás»
Me acompaña, nunca duerme,
no descansa, siempre junto a mí.
Puse cuchillos y espadas filosas
clavados en una pared,
puse un crucifijo que debajo decía
«ella baila siempre detrás».
Pasé la frontera con los ojos cerrados.
Ví fuegos helados arder,
y como una sombra que viaja conmigo
«la parca siempre viene detrás».
Me acompaña, nunca duerme,
no descansa, siempre junto a mí.

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